(No Name)

Él está mal, está triste, tiene la sensación de caer en un agujero sin fondo y cierra los ojos, aprieta los párpados. Es el pozo su cuerpo, y él es su conciencia. No termina de detenerse. Quién sabe cuantos km. de profundidad invisible tiene su cuerpo físico, el cual no acaba de detener el hundimiento de su conciencia, que no es más que un menjunje de penas y desesperación.
Él sufre, no es Él, es otro, no, tampoco. Es un ente sin voz ni nombre, sin identidad, sin nada. Él ya no existe, es solo una sombra, un reflejo de lo que solía ser... Sólo quedan los escombros de un alma semidestuida, debatiéndose por encontrar una hendidura para escapar del cuerpo. Esta siendo aplastada, porque su cuerpo, antes infinito, ahora esta llenándose... Y el alma, si no logra escapar, morirá asfixiada.
El dolor y la negación del mundo aplastan su alma. Siente que no es un hombre, sino una llaga cubierta de piel, y sin embargo vive. Vive? Vivía almenos. Vivía en el alejamiento y en la espantosa proximidad de su cuerpo.
No puede reconocerse, su cuerpo no es su cuerpo; su voz suena extraña y distante, como un gemido ahogado. Su reflejo en un espejo se burla de él, como hace la gente, como hace el presente, como hace el presidente. El mundo, sus amigos, todos igual. No, no lo han querido nunca, no. Lo podrian ver morir, y no pestañarian ni un ojo.
Él está solo, mal, extenuado, extasiado, drogado, sedado, enamorado, revanado, muerto y vivo, y muerto denuevo. Todas esas sensaciones lo golpean, todo eso y más, pero a la vez nada de eso y menos, porque él es la interseccion, demasiado para ser nada, pero muy poco para ser algo.
"Nada queda, sólo dos sentimientos. El amor y el odio. Ambos conviven en un sube-y-baja. Amo a todos, y por eso los odio. Odio a todos, por eso amo al resto... El resto es nada. El resto es nadie... Entonces, me odio a mí mismo?"
Laucha está mal, pero tiene quienes lo quieran y sigue adelante, se descarga, se carga, se vuelve a cargar, dispara. Chorros de tinta, chorros de sangre son las letras que escribe en el papel, con su birome que esta conectada directamente con el corazón.
Un mamarracho es lo de él, una podredumbre, como un loco jugando con sus heces, y haciendo garabatos. Solo en un cuarto, sin nadie, sin alma. Su mente no supo contenerla y escapó, tal vez se suicidó, tal vez no, pero se olvidó de matar antes a su cuerpo, y así quedó, así es él.
"Los garabatos parecen letras. ¿Casualidad? deve ser... No pudo ser él... Sí, es escritura, y tiene sentido. ¿Lo leemos? No, para qué, ya es tarde para eso, ya murió. No podemos exponernos al riesgo de haber estado equivocados... Somos la Sagrada Inquisicion del siglo XXI. Ya fue condenado, torturado y muerto... es tarde."
11-V-2004